“En la ciudad y sus aledaños: una concentración humana
y económica de mercaderes, barraqueros, navieros, prestamistas, usureros y
latifundistas citadinos, órganos de justicia y administración; reglas y normas
redactadas por la escolta abogadil cuyo elenco, una Universidad académica,
desde la Guerra Grande ,
engrosó sin pausa. Mentalidad e intereses tendían el lazo umbilical de
dependencia, al mercado capitalista europeo.
En
el otro escenario, el de la pradera: las
costumbres varoniles y recias de una ganadería primitiva, a campo
abierto; la movilidad de los jinetes que ignoraban hasta el arraigo de una
familia estable, sustituida por un matriarcado elemental; la nucleación social
de la estancia cimarrona, donde pocos peones y muchos “agregados” sostenían la
autoridad paternalista del hacendado...”
Bruschera, O. “Divisas y partidos” Enciclopedia
Uruguaya Nº 17.Pág. 123
No hay comentarios:
Publicar un comentario